Ya lo estoy entendiendo. Lo proceso. Me tranquilizo y lo supero.
Duele, pero así es. Algún día tenía que pasar. Y fue ayer. Después de un año, de muchos días, de imaginar tantos sueños, de planear toda una vida juntos.
Conocí como nadie cada detalle, supe cada segundo lo que pensabas, lo que pasaba.
Creímos que sería para siempre, que esto nunca acabaría. Pero no es así, ya no es fácil creer en cuentos de hadas. No siempre hay un final feliz.
Hoy puedo decir, que conocí el amor correspondido, después de tanto necesitarlo, lo encontré. Gracias a Dios lo encontré, y lo amé a él como a nadie, desde el primer día, hasta hoy. Y posiblemente lo siga haciendo por mucho tiempo más, o quizás para siempre, quién sabe. Quizás nunca pueda olvidarlo. Un amor así nunca se olvida, nunca nadie pudo, no creo poder ser yo la primera.
Hoy, no puedo entender porqué, éste amor se divide, deja de ser este sueño hermoso que cada día fue, para empezar de nuevo, cada uno, sin el otro. Para buscar quizás algo mejor, para buscar lo perfecto.
¿Que no existe lo perfecto? Lo sé, ése es nuestro problema.
Y aunque lleguemos a encontrarlo, a vivir un sentimiento más profundo que éste que entre nosotros existió tanto tiempo, yo sé que esto no acaba. Sé que este amor no muere.
Amor correspondido, quizás no el indicado, pero sí el más fuerte.
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